En un discurso de 51 páginas, con una duración de una hora, 57 minutos, el presidente Leonel Fernández obvió este domingo el tema de la reelección, pese a las expectativas que al respecto se crearon entre algunos sectores y a las exigencias de un manifiesto que lo emplazaba a anunciar su desapego a cualquier empresa continuista.
Fernández, conminado por la Constitución a rendir cuentas ante la reunión conjunta de las cámaras del Congreso Nacional, sólo trató temas relacionados con el desempeño de la economía y de las ejecuciones gubernamentales, en las áreas de salud, educación y ejecuciones públicas.
Sin embargo, algunos grupos, como el firmante del citado manifiesto, aspiraban a que el Presidente desautorizara a los grupos de seguidores y colaboradores que coquetean con una potencial modificación de la Constitución o alguna salida interpretativa que le permitiera presentarse en busca de un cuarto período, que sería el tercero consecutivo.
Previo a la rendición de cuentas de Fernández, el vicepresidente Rafael Alburquerque ratificó sus aspiraciones a la jefatura de Estado y dijo que no podía hablar por Fernández, quien en su momento confirmará si se repostulará o no. Alburquerque dijo, sin embargo, que asume que el mandatario, como presidente del Partido de la Liberación Dominicana.
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