En la autopsia, que reveló que el propofol fue un factor determinante en la muerte, también se encontraron restos de otros medicamentos en su sangre.
Murray reconoció haber administrado a Jackson un cóctel de fármacos el día de su muerte, aunque durante la vista preliminar la defensa del acusado planteó la posibilidad de que el artista se hubiera administrado a sí mismo el propofol que le mató sin conocimiento de su médico.
"Señoría, soy un hombre inocente", afirmó en enero el cardiólogo antes de declararse "no culpable". Murray, de 58 años, permanece en libertad bajo una fianza de 75.000 dólares.
En caso de que se demuestre su culpabilidad en la muerte del "rey del pop", Murray se enfrentará a una pena de hasta 4 años de cárcel.
En mayo, Michael Pastor, juez de la Corte Superior de Los Ángeles (California), decidió posponer el comienzo del juicio hasta el 8 septiembre.
La muerte de Jackson llegó tras una noche de insomnio precedida por una jornada de ensayos que poco hacían presagiar, según los testigos, el trágico y repentino final del músico, quien iba a reaparecer sobre los escenarios ese verano en Londres, con la gira "This is It", tras ocho años de silencio.
Aquellas sesiones a puerta cerrada en el pabellón Staples Center, de Los Ángeles, fueron finalmente sus últimas actuaciones y generaron cien horas de grabación que se tornaron en un documental póstumo llamado igual que su gira y que recaudó más de 260 millones de dólares (183,2 millones de euros) en taquilla.
Las secuencias descartadas de esa obra centrarán parte del juicio, ya que la defensa de Murray considera que en esas imágenes hay pruebas de que Jackson no se encontraba en un buen estado de salud antes de la noche de su muerte, lo que podría sembrar una duda razonable en el jurado sobre la verdadera responsabilidad del galeno.
La acusación, no obstante, denuncia que Murray desatendió a su paciente para hablar por teléfono y se demoró casi media hora en alertar a los servicios de emergencia cuando descubrió al artista inerte en su cama.
Mientras, el legado de Jackson continúa vivo en forma de nuevos éxitos musicales. En 2009 fue el artista que más vendió en EE.UU., por delante de Taylor Swift o Lady Gaga, y en 2010 se publicó su primer disco de estudio póstumo con canciones inéditas, llamado "Michael", que se convirtió en número uno tras su estreno en muchos países.
A pesar de los intentos de los parientes de Jackson por controlar la fortuna dejada por su hijo, el artista dejó su herencia a cargo de un fondo fiduciario que tiene como únicos beneficiarios a su madre Katherine y a sus tres hijos Prince Michael, Paris y Prince Michael II "Blanket".
La familia no tiene dudas sobre la culpabilidad de Murray e incluso La Toya, hermana del artista, dijo recientemente que Jackson estaba convencido de que existía una conspiración para acabar con su vida debido al abundante catálogo de canciones sobre el que tenía los derechos, así como por el valor de sus propiedades.
El segundo aniversario de la muerte de Jackson estará acompañado de visitas a Neverland, el enorme rancho que poseía el artista cerca de Los Olivos (California), al cementerio Forest Lawn -donde está enterrado-, a su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, a su residencia en Bel Air, al pabellón Staples Center e incluso al museo de cera Madame Tussauds, de Los Ángeles.
Asimismo la residencia que poseía en Las Vegas (Nevada) abrirá sus puertas al público por primera vez y por espacio de cuatro horas bajo estrictas medidas de seguridad.
"Permitiremos que la gente pasee por donde él caminaba, vea lo que él veía, respire el mismo aire y se sientan inspirados", dijo un representante de la vivienda al portal TMZ.com.
El colofón llegará con la subasta que ha organizado Julien's Auctions, en Beverly Hills, en la que se pondrán al alcance del mejor postor más de 200 objetos asociados al cantante.
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